
Ni Sholes ni sus socios, Glidden y Soule, tenían los recursos económicos suficientes para comercializar su invento así que le vendieron los derechos a la empresa E. Remington & Sons en 1873. El éxito de la máquina venía dado por su tamaño y porque se escribía mucho más rápido con ella que a mano.
orales Sil, esto tampoco lo sabia amiga, oye que tal tu dia? muy frio? aqui llovio mucho ayer pero hoy ha hecho un calor terribleeeeeeee, te mando un besote amiga.
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